¿Qué debe de tener un cojín para prevenir las úlceras por presión?

Las úlceras por presión pueden aparecer cuando una zona del cuerpo soporta demasiada presión durante mucho tiempo. Para prevenirlas, el cojín de asiento no solo tiene que ser “blando”, sino que debe de tener unas características concretas.

Inmersión

¿Qué debe de tener un cojín para prevenir las úlceras por presión?

¿Inmersión?

Uno de los principios clave es la inmersión. 

¿Qué significa esto? Que la superficie del cojín permitía “hundirse” de forma controlada, adaptándose a la forma de su cuerpo. Esto reparte el peso de manera más uniforme, evitando puntos de presión altos.

Recordemos que:

Presión= Fuerza / Superficie

Si conseguimos que la superficie de apoyo aumente, la presión disminuye. Y esa es la clave: cuánto más se distribuya la carga, menor riesgo de lesión para la piel y los tejidos profundos.

Los cojines diseñados con principios de inmersión y adaptación a la anatomía son los más eficaces para prevenir lesiones.

¿Por qué es tan necesario el buen alineamiento en la silla?

  • Evitar lesiones secundarias por presión:

Una mala alineación corporal con el tiempo, si no se corrige, puede provocar la aparición de úlceras por presión (UPP). El posicionamiento adecuado favorece la distribución de cargas y reduce puntos de presión sobre prominencias óseas.

 

  • Soporte postural adecuado:

La falta de control troncal (lesión a partir de T6) impide al usuario mantenerse erguido sin apoyo. Un sistema de posicionamiento adaptado compensa esta debilidad, manteniendo la alineación de la columna, la pelvis y la cabeza.

 

  • Prevención de deformidades músculo-esqueléticas:

Un mal apoyo pélvico o un respaldo incorrecto pueden generar escoliosis, rotaciones pélvicas, retroversiones, cifosis y otras deformidades estructurales que, a largo plazo, serán más difíciles de corregir.

 

  • Optimización de funciones fisiológicas y autonomía:

El alineamiento corporal influye directamente en el rendimiento de los sistemas respiratorio, digestivo y urinario. Además, mejora la funcionalidad de los miembros superiores y la capacidad para interactuar con el entorno, impulsando la autonomía personal.

 

Comodidad y participación:

El Estudio Internacional de UPPs en SCI (2017) afirma que el posicionamiento adecuado, junto con un cojín y respaldo adaptado, mejora la percepción de confort y reduce significativamente el dolor durante el uso prolongado de la silla. Esto repercute directamente en la participación social del usuario.

Lo importante es valorar individualmente el caso y adaptar el posicionamiento a la persona.

El posicionamiento no es estático: debe ser evaluado con frecuencia por profesionales para adaptarse a los cambios físicos, funcionales o posturales del usuario.

Referencias:

Consortium for Spinal Cord Medicine. (2014). Pressure ulcer prevention and treatment following spinal cord injury: clinical practice guidelines.
Berlowitz, D. R., et al. (2011). Preventing pressure ulcers in hospitals: a toolkit for improving quality of care. Agency for Healthcare Research and Quality.
Sprigle, S., & Sonenblum, S. (2011). Assessing evidence supporting redistribution of pressure for pressure ulcer prevention: a review. J Rehabil Res Dev.
Sloan, M. L., et al. (2017). The effect of body posture on lung volumes in persons with tetraplegia. Spinal Cord Series and Cases.
Worley, M., et al. (2020). Impact of wheelchair configuration on upper limb kinematics in persons with spinal cord injury. Disability and Rehabilitation: Assistive Technology.

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